La subjetividad de la belleza y de las verdaderas causas de la atracción, así como de lo imposible que resulta entenderlo completamente.

Gerardo Buil.


Después de afirmar ante mis amigos que Megan Fox no me parecía atractiva, tuvieron que pasar varios meses para que ellos dejaran de creer que yo era gay. El problema es que no me dejaron terminar; científicamente, Megan Fox es de las mujeres más atractivas del mundo, cumple con todos los parámetros de la estética y la simetría, además del estereotipo occidental de belleza (aún sin ser rubia (me refiero más que nada a medidas)).

El punto es, que la belleza es completamente subjetiva, y lo que de verdad llega a causar la atracción puede ir más allá de un rasgo estético obvio, para convertirse en sex appeal. Por ejemplo, en la cinta “Little Children”, Kate Winslet es exhibida como fea de una manera verdaderamente denigrante; ya que no lo hacen de forma subjetiva, sino que de manera prácticamente científica le dicen “Al lado de Jennifer Connelly estás bien pinche fea”. Sin embargo, Kate Winslet es infinitamente más famosa y reconocida que Jennifer Connelly, debemos tomar en cuenta el éxito que significo “Titanic”, pero ocurrió hace trece años. Es la calidad artística de Kate lo que la mantiene en niveles tan altos; pero más allá de eso, es su subjetiva belleza lo que la hace brillar.

La belleza de Kate se basa en la capacidad que tiene para transmitir emociones creando un lazo con el público, así la audiencia se identificará, y cada vez que se le vea de nuevo sentirás que la conoces en persona porque representa mucho para ti; entonces te parecerá si no bella, al menos agradable.

Esa es una forma de sex appeal, pero podemos encontrar otras maneras, como el humor de Woody Allen; es este un personaje con el que me identifico en demasía, es apático, amargado, cerrado, pero más que nada tiene un extraño sentido del humor, el nunca ríe, siempre permanece con su cara de seriedad o de sufrimiento, pero no ríe. No se puede decir que sea un hombre de verdad atractivo, pero ha estado ligado a mujeres que si lo son, como Diane Keaton y Mia Farrow (cuando eran jóvenes). Tal vez Woody posea un arma secreta que encante a las damas, o tal vez su carisma lo hace interesante y atractivo aunque no sea en términos físicos.

En general la belleza puede ser clasificada, pero la atracción y sus razones serán siempre subjetivas.