miércoles, 14 de abril de 2010

Crónica.

Son las once treinta de la noche del viernes nueve de abril del dos mil diez, estoy acostado en el sillón del cuarto de la tele, no es un sillón muy grande, de hecho es algo pequeño pero siempre me acomodo a la perfección en él, la televisión esta prendida en un canal de música, no sé qué hago a esa si es muy temprano; empiezo a recordar que fue lo que hice durante ese día, se me mueven las ideas. ¿Por qué será? Quizás estoy mareado, ¡sí!, es eso, se me viene a la mente el Smirnoff (bebida alcohólica que consumí), bebí bastante y por lo tanto no me encuentro en mis 5 sentidos, parece que estoy perdiendo la noción del tiempo y todo lo demás, entro en estado de cansancio y sueño al mismo tiempo recuerdo lo que viví ese día.


Día nublado, desde en la mañana, no parece que el Astro Rey vaya a aparecerse, pero en La Laguna –tierra de grandes esfuerzos- todo puede ocurrir en el momento menos esperado, así que nunca se pierde la esperanza y menos en un viernes de “vampirada” conviviendo con los compañeros y la maestra de clase en la casa de Armando que es muy bonita y cuenta con lo necesario para pasarla bien ya sea en la tarde y/o noche. Es tarde ya, sin comer todavía, sin poder refrescarme con algún tipo de bebida, no hay mucho que hacer porque todavía no entro en ambiente, a lo lejos veo que Luis y Pillo están jugando fut, me da flojera ir pero a la vez me dan ganas de patear un balón porque hace mucho que no lo hago, pienso detenidamente que es lo que quiero, si quedarme sentado platicando con mis compañeros o ir a jugar fut, decisión difícil ya que mi mis pies no quieren caminar y mi corazón dice que haga lo que más me gusta en este mundo; decisión tomada: pelotear un rato en lo que esta la comida, me acerco con los chicos y realizamos tiros por un buen rato, pasado el tiempo llegan Karla, Mariana, Liliana y Armando por lo que cambiamos de deporte y ahora jugamos baloncesto ( nunca he sido bueno en esa disciplina y nunca lo seré porque simplemente no me llama la atención), los 2 equipos están conformados por 3 integrantes, mi equipo es Liliana, Karla y un servidor por los contrarios se encuentran Mariana, Pillo y mi tocayo Luis; veo difícil que ganemos aunque con el pasar del tiempo estoy equivocado muy equivocado ya que les estamos arrimando una pero buena, no anotaban, se retiraron Mariana y Liliana, dos contra dos, momento, ahí viene Armando y seríamos 3 contra 2 pero no fue así porque mi compañero Pillo pide el cambio por el rubio, jugamos y ahora si estaba reñido aunque la ventaja siempre la tuvimos nosotros hasta que llega un tiempo donde las dos escuadras estamos cansadas y decidimos irnos con los demás a convivir. Al momento de llegar con los demás me sentí cansado y tenía que refrescarme, vi la botella de vodka que me saludaba, me hacía ojitos para que fuera con ella y la probara, no lo pensé dos veces y me lance hacia ella, trate de servirme pero no salía de repente llego Sergio y me ayudó a servirme, desde el instante que di el primer sorbo de vodka y paso sobre mi garganta ardiéndome un poco, todo fue diferente, absolutamente todo.


La comida demoraba, claro había botana pero no es lo mismo, el tiempo seguía pasando y estábamos en las mismas hasta que vi a Armando y Pillo en la alberca decidí zambullirme yo también, en ese instante sentí el agua helado sobre todo mi cuerpo, una sensación de frescura al mismo tiempo que temblaba por la baja temperatura del agua, solo estuve pocos minutos ya que soy muy friolento y temía a pescar catarro o algún otra enfermedad, cuando salí de la alberca la comida ya estaba lista por lo que fui al acecho de ésta y devore unos cuantos pedazos de carne como si fuera león, me sentó muy bien la carne y claro que mejor acompañada de mi bebida alcohólica.


Tiempo pasaba y pasaba, nosotros charlábamos de varias cosas, la gente empezaba a despedirse porque tenían cosas que hacer, ¿Qué cosas? No hay cosa más importante que convivir con tus compañeros del salón, pero bueno cada quien tiene sus razones; ya en la noche yo no podía ni con mi alma y me acosté en el piso a esperar la hora en que debíamos irnos, en el transcurso a mi casa recapitule todo lo que hice ese día, y la verdad fue un día entretenido.


A punto de dar las 12 caigo en sueño y me traslado con Morfeo, y tengo una larga y extensa plática con él que duro hasta las once de la mañana del siguiente día.
Luis Angel Gómez.


Lenguaje Periodístico.

1 comentario:

  1. LUIS: ¿Porqué hasta ahora escribes así? muy buen trabajo, salvo por algunas faltas de ortografía y redacción y la repetición de palabras como "devore unos cuantos pedazos de carne como si fuera león, me sentó muy bien la carne" y el hecho de realmente pasó y sí estabas en esas condiciones, jaja!

    ResponderEliminar