domingo, 18 de abril de 2010

CUANDO LA VIDA TE DA UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.

Por Liliana González Lobo.
12-18/abril/2010.

Cuando de repente la vida te arranca de un sólo golpe lo que más quieres en tu vida es muy difícil lidiar con eso, pierdes el rumbo, la fe, el respeto por muchas cosas, incluyendo ese ser Supremo en el que has creído siempre, nada te importa tanto, tu capacidad de amar baja, tu dolor sube, se expande por todo tu cuerpo, por toda tu alma, tu razón te agobia, tu humor se dispara, generalmente al lado oscuro, sientes, literalmente, esa nube negra amarrada a tu cabeza que viaja contigo, no importa si vas o vienes, si subes o bajas, si corres o caminas, ahí está, siempre.
El mal humor se apodera de ti cual capa de piel, nada te parece, nada, ni lo bueno, ni lo malo, ni lo más o menos, si te gusta, eres capaz de encontrarle todos los defectos que puedas, sino… uf!, mejor ni preguntar, el cuerpo lo sientes pesado, todo te abruma, el clima, el cielo, tu cama, tu cuarto, la gente, las preguntas, todo te molesta, te incomoda, te estorba pero al mismo tiempo te hace falta, es una contradicción total, no quieres ver a nadie… cómo te hace falta que alguien te abrace, te diga que todo va a estar bien, que la luz del sol sí sale para todos y que en su momento la verás salir justo desde tu ventana.
Sientes una rabia muy grande al pensar en tu pérdida, le dices a Dios lo injusto y terrible que es, lo maldices de hecho, le exiges un hasta aquí a tu dolor, a tu angustia, porque encima de todo, nada te sale bien, todo va de picada, no importa cuánto lo intentes… eso de tener un mal día es como si se hiciera costumbre.
Al final, muy al final, porque te puede parecer eterna la espera, siempre llega esa luz que sale de a poco por algún lugar que ni te das cuenta, cuando menos lo esperas comienzas a sonreír, si el paso número uno es sonreír, no es sencillo pero es cosa de que lo intentes, es como el ejercicio, al principio no quieres pero lo necesitas, cuando te animas duele al inicio, si haces varias repeticiones al final te sale, intentémoslo… pon la boca floja, muévela para todo lados, ponte serio, eso siempre funciona, sobre todo cuando te sientes principiante… ahora… extiende los labios hacia a los lados lentamente, sientes ese cosquilleo por dentro y de hecho vas sintiendo que tu ánimo mejora, pero aún no lo logramos, sigue extendiéndolos hasta que topes, automáticamente sentirás que todo está mejor y de hecho te saldrá una risa desde el fondo de tu alma, no te preocupes es involuntario, sin embargo, te hará sentir mucho mejor, quizá, de inicio pienses que todo es más fingido, nadie dijo que sería fácil, así que tendrás que seguir haciéndolo una y otra vez (sonreír, por supuesto), bien dicen que la practica hace al maestro.
Muy bien habiendo dominado este primer paso podemos seguir avanzando, advierto que no se pone fácil aún… bueno creo que nunca lo será, sin embargo, el resultado final es lo que podrás disfrutar siempre… ese sentimiento que te deja la sensación de que puedes hacer lo que quieras y que de hecho puedes ser hasta mejor persona.
Paso número dos, ver a las personas y no sentir que te van atacar cuando te preguntan ¿cómo estás? O ¿si quieres salir a distraerte?, tampoco lo harán si se interesan por tu plan alimenticio de los últimos días, semanas o años, incluyendo el día de hoy, tú puedes ser gentil con ellos, puedes decirle un simple… bien… y este es el momento donde practicas la sonrisa, así es… sonríe y di bien… verás que al menos, ellos también sonreirán, si te fijas bien, sentirás un alivio dentro de ti, pero debes estar muy atento porque si no ni cuenta te darás, sobre todo al principio, hay que estar muy atentos a los detalles, de ahora en adelante, debes estar concentrado a todo lo que sientas, bueno y malo, sólo así podrás tomar el control de la situación.
Sí, exacto, así lo podríamos definir, no tenemos el control de la situación, nuestras tristezas, enojos y hasta las alegrías aparecen en nosotros como sentimientos involuntarios, no queremos sentirnos así pero tampoco lo podemos evitar, es como si alguien más estuviera moviendo los hilos de nuestro destino, como si fuéramos títeres, sí títeres de… ¿Dios?... sí, siempre es más fácil echarle la culpa a los demás y eso nos lleva al paso número tres… si ya dominamos la sonrisa, ya contactamos con nuestros sentimientos y podemos responder sin golpear a nadie, de hecho podemos sonreír y contestar bien, sí eso cuesta más pero se siente mejor.
El paso número tres, es dejarle de echar la culpa a los demás, sí inclusive a Dios, que no se puede defender de frente, sin embargo, sus mensajes son recibidos de una manera más clara… recuerdo que un amigo alguna vez tuvo una plática muy profunda conmigo sobre esto… me preguntó… ¿con quién estás enojada? Y le respondí… ¡Con Dios!!!!, a lo cual me dijo… ¿con quién estás enojada?, a lo cual respondí… ¡Con Dios!!!! Y me volvió a repetir la pregunta… ¿con quién estás enojada? Con un tono mucho más neciesivo (palabra derivada del necio, pero que lo hace mucho más necio aún)… y finalmente respondí desde el fondo de mi corazón y con toda mi rabia posible ¡conmigo!!!!... así es, uno no está enojado con Dios, ni con su familia, ni con sus amigos, generalmente estamos enojados con nosotros mismos… parece sencillo… ¡claro!!! ¡Estoy enojada conmigo!!!!, ¡por supuesto!!!, ¡wow!!... ¿estuve enojada conmigo todo este tiempo?, ¿busque tanto tiempo al culpable de mi dolor y resulta que sólo tenía que verme al espejo?, aquí es donde comenzamos a buscar en nuestra cabeza toda la cronología de lo que paso y comienza la negación, pero yo no lo maté, no hice nada, aquí soy la víctima, a mí es a quien me duele, a mí, a mí, a mí… sí y te das cuenta que todo este tiempo has estado tan inmerso en tu… mí, que no te has dado cuenta que los demás a tu alrededor podrían estar sintiendo lo mismo que tú, más o menos, el padecimiento es el mismo, sí, qué difícil es abrir los ojos y aceptar que finalmente no todo gira alrededor tuyo y que los demás también cuentan, ¡ufff!, que poco nos duro el protagonismo ¿no?...
Bueno ya vamos recuperándonos y por ende sintiéndonos mejor… la vida ya no es tan negra y de hecho la nube ya desapareció, estamos más ligeros, definitivamente la gente ya no nos molesta por el simple hecho de coexistir o comunicarse (los que nos caían mal desde antes siguen cayéndonos mal, eso no cambia, ni tiene porque hacerlo sin una razón propia que nada tiene que ver con nuestro tema actual), sí… ya comenzamos a ver el arcoíris cuando llueve… falta el sol, la casita, la familia feliz, las florecitas… vamos de gane, no nos desanimemos… el siguiente paso es el más duro… así que agarrémonos fuerte y démosle pa’ delante (a la vida)... No debemos de ninguna manera ver hacia atrás… retomemos el tema desde el momento ese cuando nos vemos al espejo… ¿fuerte, no?... sí, esa es la clave, vernos, al espejo o no, pero vernos, saber que somos una persona, que siente, piensa, que ha tenido experiencias buenas y malas, que lo han hecho ser quien es hoy por hoy, que tiene gente que lo quiere y quizá otros que no tanto, que ha cometido aciertos y errores y sin dudarlo ni un segundo ha dejado huella en la vida de alguien… sí, al menos en la tuya propia, sí… el paso número cuatro es mirar hacia dentro de nosotros, te has preguntado alguna vez ¿quién soy?, ¿por qué y para qué estoy aquí?, sí, nos toca tomar el control, saber qué podemos hacer, me pongo triste porque decirlo hacerlo, me pongo alegre porque es mi decisión, ¿loco no?, pero real, podemos tomar el control de nuestros sentimientos, depende de nosotros cómo queramos vivir la experiencia… hay una frase que me encanta que dice… vivir las experiencias que nos ofrece la vida es obligatorio, sufrirlas o gozarlas es opcional… ¿qué más podemos decir?... depende de nosotros como afrontemos lo que nos pasa… hay una frase que le escuche a Evangeline Lilly que me pareció muy sabia… It’s not your circunstances that make or break your day, it’s your attitude (no son las circunstancias las que te dan un mal día, es tu actitud) y con esto cerramos el paso número cuatro no sin antes advertir, que quizá sea imposible dominarlo, siempre tendremos altibajos, pero lo importante es intentarlo todos los días… bien lo dice Adidas… nothing is impossible.
Así que llegamos al paso número cinco, para mí el último, al menos de mi experiencia, supongo que los lleguen a sexto, séptimo, etc, no son tan terrenales ya, este paso es el más divertido cuando te concientizas de lo que estás haciendo, ¿te acuerdas cuando eras pequeño y hablabas solo?, bueno no solo, siempre estaba ahí tu amigo, sí, ese amigo que nadie podía ver, a veces ni tú, pero de que tenías una conversación, la tenías… si algo así pasará ahora, me gusta llamarle la automotivación, sí, sería más fácil rentar una voz en tu cabeza que diga todo el día, ¡vamos tú puedes!, seamos realistas si pudieras rentar una voz en tu cabeza, tendrías dinero suficiente para viajar por el mundo y superar tus problemas de otro modo, no con el mismo resultado debemos de decirlo, pero viajar por el mundo te puede no hacer pensar en tus problemas y digamos que aunque no resuelves nada, te la pasas bien… pero no es el caso de la mayoría y además la idea es realmente llegar a la solución, trabajar por ella y ser mejor persona, así que la automovitación… está es divertida, puedes hacerla prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento, sólo hay que cuidar algunos detalles para no terminar en una hospital psiquiátrico o una clínica de adicciones (aún cuando no tomes, fumes, te drogues o tengas alguna adicción).
Como ya te habrás imaginado es hablar contigo mismo, eso de que si no te echas porras tú sólo entonces ¿quién?, nunca fue más cierto, se trata de decirnos a nosotros mismos todo lo que podemos llegar a lograr, levantarme en la mañana y decir… ¡hoy será un gran día!, ¡me va ir muy bien!... bonita forma de comenzar ¿no? Y aunque no lo creamos funciona, cuando vas en el coche puedes aprovechar y hacer como que platicas con tu carro (siempre es bueno traer los audífonos del ipod o el manos libres para que parezca que vamos cantando) y decirle… ¡hoy nos va ir muy bien!, ¡llegaremos sanos y salvos a nuestros destinos del día junto con toda la gente que se suba con nosotros y hasta le haces cariñitos en el volante para que de ver se sienta querido… y por supuesto al final del día… dar gracias a Dios o a quien quieras por todo lo bueno que conseguiste, repetir la dosis todos los días, jajaja, ya sé, suena tonto, pero la experiencia me dado las pruebas para seguir haciéndolo, es difícil ser constantes en eso y no entiendo por qué cuando te funciona, por alguna razón no estamos acostumbrados a pedir cosas buenas y a agradecerlas, así que requiere de mucha fuerza de voluntad para lograr resultados.
Finalmente debo advertir que no soy una profesional en el tema, ni tengo doctorados o estudios reconocidos por la SEP o alguna otra instancia, lo único que tengo es la experiencia de haber vivido todo esto, no tengo idea si tiene reacciones secundarias o alérgicas, si la dosis la debes de consultar con un especialista o si requiere de receta médica, lo único que sé, es que a mí me ha hecho ser mejor persona (de acuerdo a mi punto de vista obviamente), ser más feliz, quererme más, conocerme y por ende, querer una mejor vida. Terminaré con una frase que me ha marcado… el valiente no es el que no tiene miedo, es el que a pesar de tenerlo decide enfrentarlo.
PD: Si por alguna razón sientes que puedo ser un ser supremo que tiene poderes no terrenales y que de alguna manera lo que escribo pretender ser una biblia, quiero decirte otra frase más de Evangeline Lilly (vaya que ha marcado esa mujer), I want people to see that I’m an ordinary girl. I blow my nose after work, I drool in my sleep and my shit stinks (Quiero que la gente vea que soy sólo una mujer normal. Me sueno la nariz después de trabajar, babeo cuando duermo y cuando voy al baño también huele mal.

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