Gerardo Buil- Mujeres

¿Y qué quieres que te diga? Si lo que quiero decir no lo puedo decir aquí. Me deprime además escribir algo en linea tomando en cuenta que probablemente sólo lo leerá una persona con fines meramente estudiantiles, siendo que lo que escribo es normalmente por ocio o inspiración. Confesaré que a lo largo de mi vida he descubierto que padezco de un extraño mal que se basa en hacer lo contrario a lo que se espera, es decir, si todos quieren que la clase sea en La Pestaña, yo preferiría que fuera en Gordimanía, me sucede incluso en Facebook , donde suelo molestar a personas que se lamentan por el mal resultado de un equipo, sin importar que a mi tambien me moleste el resultado. No es algo que haga a propósito, en teoría debería ser capaz de corregirlo dado que estoy consciente de mi mal; pero me vale madre.
La relación de lo anterior con el tema que ha de tratarse es nula, pero finjamos que lo explicaré en el siguiente Blog, para evitar herir susceptibilidades, espero no sufras la duda en caso de que Dios no me preste vida para desenmascarar la verdad.
Entrando en materia…
Las mujeres atraen a los hombres porque son el complemento ideal biológicamente hablando, si a un hombre le atraen los hombres, es porque es su complemento ideal, y no existe en esto anomalía alguna, no se trata de aberraciones, es decisión de cada quien lo que hagan, con quien lo hagan y por donde lo hagan.
Habiendo dejado en claro que no soy homofóbico, seguiré con lo que empecé. Las mujeres son el complemento ideal de los hombres (en su mayoría), las características que se le dan, y por las cuales se fijan los estándares de la belleza mediante la percepción sensorial, no son en su naturaleza misma lo mejor que existe, sino que son las características femeninas más agradables al sexo masculino. Dado que cumplen su función de ser atractivas, se puede decir que son perfectas, y dado que las mujeres en su naturaleza más rudimentaria son creadas para la supervivencia (no me tomes por machista, los hombres sirven nomas para eso también) y cumplen su tarea de ser atractivas, son perfectas. 
Ahora, ¿que prefiero yo en una mujer? Es algo que sinceramente no podría responder. No pretendo darme aires de sapiencia o ilustración, y no pretendo que mediante esta se pueda medir la verdadera inteligencia del ser humano, aunque puede llegar a ser una forma palpable. Mi punto es, que me desagrada la gente que no sabe nada, además de la gente que no sabe de que hablar, o no sabe hablar. Me importa que las mujeres hablen, mucho, y que digan cosas interesantes, y aunque la mitad del tiempo parezca que mi mente está perdida en el planeta Namekusei, mi atención está siempre fija en lo que dice. 
No me importa mucho el físico, eso queda claro cuando puedo afirmar no ser gay y al mismo tiempo no encontrar a Megan Fox increíblemente atractiva. Pero me importan los ojos, no importa tanto si están igual de abiertos que el mar rojo, o si parecen de borreguito a medio morir; o si son igual de abiertos que el mar rojo, pero acaban como de borreguito a medio morir por las circunstancias (esos me agradan mucho); pero tienen que expresar algo, tienen que hablar ( si las miradas hablan).  
Un par de ojos no son bellos por su color o tamaño o figura, sino por lo que logran transmitir, por lo que comunican, tienen que ser expresivos; tal vez no predique yo con el ejemplo, pero el imán negativo se siente atraído al positivo. 
Estoy tan seguro que poca gente leerá esto, que me atrevo a concluir con algo que me dijo alguna vez una amiga: 

“Buil, yo sé como te gustan a ti las mujeres… chaparras y nalgonas”. 

Y yo respondo, "No necesariamente".