miércoles, 14 de abril de 2010

¿Y a qué vas a ese rancho tan feo?


Por: Erika Monreal.


Todo empezó aproximadamente a las tres de la tarde del pasado viernes 9 de abril de 2010 (descaradamente el día que cumplo meses con mi novio) en el estacionamiento de la Ibero. Yo no tenía la menor idea de con quién realizaría tan largo viaje, al principio me decidí por Karlita Lugo por su vasto conocimiento de las Sagradas Escrituras pero surgió una inesperada situación y terminé en el asiento trasero de la camioneta de Karla Lorena, la invitada especial.
Resultó ser que alguien dijo que nos veíamos en casa de Chi pero a la hora de la hora resultó ser que mejor en el Oxxo, una vez ahí partimos hacia nuestro destino con Pillo siguiéndonos (no lo vuelvas a hacer, por caridad), tuvimos algunos contratiempos pero al fin llegamos, pensábamos ser las últimas pero no fue así.
-Nota # 1: Yo la verdad iba de lo más puesta para darme un chapuzón en las cristalinas aguas de la alberca, pero el clima no lo permitió, hasta iba a estrenar traje de baño.
La primera actividad productiva que hice al llegar fue realizar una visita al Oxxo de la localidad a realizar unas compras de último minuto y fue justo ahí donde sucedió el acto más naco que he cometido en diecinueve años: Comprar un caguamón de Tecate Light, a decir verdad me dio tanta pena que le sugerí al siempre amable señor Buil que lo hiciera por mí, yo solo le dí los medios.
Regresamos a la quinta y ya estaba todo muy ambientado, musiquita de viernes y toda la cosa pero lo que no se veía eran los famosos y muy deseados vampiros así que me dediqué a los Valentones acompañados de una deliciosa y siempre refrescante clamacheve.
-Nota # 2: Uno de mis múltiples talentos escondidos es preparar clamecheves, hasta me han sugerido poner un negocio.
Para cuando pusieron los vampiros al asador y me pidieron hacer el guacamole (que terminó siendo puré de aguacate), yo estaba a punto de comerme a alguien, por suerte los vampiros estuvieron pronto y muy ricos por cierto, sobretodo los marinados con cerveza. Total que cominos delicioso, un refinado menú compuesto por vampiros en tres diferentes presentaciones, quesadillas con chorizo, aguacate y papas acompañados por deliciosas bebidas alcohólicas o gaseosas según el gusto de cada quién.
En la sobremesa hubo fuertes declaraciones sobre las que preferiría no comentar y muchas fotos, después empezaron las presiones maternas y los bailes exóticos acompañados de la evidente ebriedad de un compañero cuyo nombre no quisiera revelar, solo debo afirmar que yo lo vi, con estos ojos que un día serán ceniza, bailando con el Smirnoff.
-Nota # 3: En algún momento temí por mi propia conducta, pero al parecer no hubo papelones.
Así continuó la noche hasta aproximadamente las veintitrés horas, momento de regresar a la vida real… Y a la Ibero por los coches, pobre velador mira que se te aparezca a las once y media una camioneta oscura llena de personas con apariencia temible (bueno, no tanto) debe ser fuerte.
Después, casi sin contratiempos, salvo alguna que otra aventurilla que no mencionaré, llegué a mi casa, donde fui regañada por mi enfadada progenitora.

4 comentarios:

  1. NO TE AVERGÜENCES DE HABER COMPRADO UN CAGUAMÓN..CRÉEME EXISTEN COSAS MÁS BAJAS!:$

    Miryam Solis

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  2. Perdón el comaterio de arriba es mío... Liliana

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  3. ERIKA: Pues insisto me gusta mucho como redactas, eres muy amena, al contarnos la historia lo haces de una manera creativa y divertida, me gusta tu estilo. Buen trabajo!

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